viernes, 4 de noviembre de 2011

Marginación

En la actualidad la creciente tendencia de internar en instituciones especiales a los abuelos y dejarles la responsabilidad de cuidar de los ancianos, que anteriormente estaba a cargo de la familia, ha favorecido a la marginación de los abuelos.
Christensen señala que otro factor es la resistencia de pensar en la muerte. Al igual que es historiador francés Philippe Ariés dice que “la muerte se ha convertido en un tabú, en una cosa innombrable”. Muchos prefieren ver morir a los ancianos en el hospital, donde “saben que hacer”, en lugar de en sus casas, junto a sus familias.
El olvidarse de la muerte fomenta el buscar en la tierra satisfacciones, “Cuando la moralidad dominante se basa en la existencia de un juicio después de la muerte, los que están cerca de ella naturalmente son objeto de un profundo respeto” dice Christensen. Pero si sólo se persiguiera el éxito y la recompensa de la vida, la reverencia hacia los ancianos se va perdiendo cada día más.
Si se quiere que los abuelos reucperen el lugar que merecen es necesario reformar los sistemas de seguridad social, creando conciencia en las familias a contribuir en el cuidado de sus mayores directamente. La mala economía en la seguridad social de muchos países puede hacer que esto se convierta en un imperativo. De todas maneras, no solo se trata de economía, si la familia es una “rara avis”, resultará difícil que los ancianos salgan del asilo.

Lau Mendoza


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