sábado, 5 de noviembre de 2011

Carta de los Deseos de una Anciana

Querido Hijo:


Llévame al baile hijo que aún no estoy tan vieja.
¡Quiero lucirme contigo! Bailando del brazo sujeta de ti.
Llévame al teatro hijo, que aún no estoy tan ciega, 
escucharé los preludios contigo a mi lado, bien cerca.
Llévame a la calle hijo, 
aún tengo buenas mis piernas para caminar sin rumbo fijo
A tu lado no me sentiré tan vieja.
Invítame a tu casa hijo, el domingo en la mañana,  
a compartir tu buena mesa y sentirme "acompañada".
Háblame con cariño hijo, no me retes, ni me exaltes.
Las viejas somos como los niños, 
nos gusta que nos mimen y nos sonrían sin desaires.
Festeja mis ocurrencias hijo, no critiques mis locuras;
trataré de ser valiente aunque surjan amarguras.
no me alejes de tu lado hijo, no me hables con engaños,
tengo aún mi mente clara, aunque los recuerdos son de antaño.
Ven a verme a casa hijo, ya no te pediré nada,
Solamente tu presencia y contemplar tu linda cara.
No me dejes triste y sola hijo, ni me metas en mi cama
No me dejes triste y sola.
¡Los doctores se equivocan, el dolor está en el alma!


Zaii Elizabeth

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