Nuestros hijos se han ido y han tomado rumbos diferentes, los trajimos al mundo y los vimos nacer, crecer y madurar; ahora han tomado su camino. Estamos solos, tú y yo, como al principio. Es volver a encontrarnos es una nueva aventura a pesar de que ya no estamos tan jovenes como cuando todo comenzó.
¿Sabremos estar a solas otra vez? ¿Qué haremos ahora si no tenemos a quien educar, corregir y atender durante el día? ¿Qué nos depara la vida? ¿Cómo será ahora nuestra relación?
Sin duda, inmensidad de parejas que se han quedado con el nido vacío se han cuestionado estas y otras preguntas. Se enfrentan con cierto temor a una nueva etapa de su vida matrimonial. Es ahora cuando todo lo bueno que sembraron con los años en su relación de pareja empezará a dar resultados. Si el amor, la confianza, la comunicación, la fidelidad entre otros elementos, formaron las bases sólidas en las cuales su matrimonio descansa, sus temores e inquietudes pronto encontrarán respuesta.
¿Qué resultados vemos en los esposos que sembraron amor durante todos los años de matrimonio y ahora se encuentran solos de nuevo?
Estas parejas renuevan su sentido de compañía, de amistad y de cercanía espiritual durante la edad madura.
Son capaces de aceptar que no es malo que el nido esté vacío, ya que muchas veces han esperado años a que los chiquillos estén mayores para tener más tiempo e independencia para compartir y realizar juntos nuevas actividades.
Estas parejas que han sobrevivido juntos el paso hacia la edad madura, dando cabida a su desarrollo personal, se observa un aumento de la satisfacción marital.
En este momento existe la oportunidad de una legítima compañía; marido y mujer se conocen mejor y pueden comprender que los intereses compartidos y un sano respeto por la intimidad del otro no son mutuamente excluyentes.
Sienten que pueden envejecer juntos, compartir amistades, recuerdos y paseos.
Son personas que en alguna medida logran un sentido de armonía, libertad y paz interior. Son esposos que, a lo largo de su vida de matrimonio, aprenden a envejecer juntos.
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