miércoles, 2 de noviembre de 2011

Italia, un país de ancianos

Italia es ya un país de ancianos y lo será cada día más, ya que aquí la media de nacimientos es de 1.2 bebés por mujer.
Italia cuenta con 143 ancianos por cada 100 jóvenes menores de 15 años, lo que le hace ocupar el segundo lugar en Europa en envejecimiento después de Alemania. Esto significa, según el Instituto Nacional de Estadísticas, que el 20% de la población italiana tiene más de 65 años y que los jóvenes con menos de 15 años representan el 15%.
Además, el promedio de vida para las mujeres es de 84 años y para los hombres de 79 años. De aquí el que haya una atención especial por la tercera edad y sobre todo por hacer que los ancianos lleven una vida lo más sana y placentera posible.
Un grupo de investigadores de Inchianti (invecchiare in Chianti: envejecer en la zona de Chianti) se ocupa de mil 200 ancianos que viven en dos pueblitos de Toscana, en las colinas, donde se produce el vino Chianti. De ellos saben todo: gustos, patologías, hábitos, achaques, vicios.
Cada tres años han sido sometidos a una serie de estudios que han demostrado que la alimentación es un factor fundamental y que es suficiente eliminar 100 calorías al día para reducir del 10% el riesgo de achaques y limitaciones físicas, sobre todo motoras.
Ser "sobrios" en la mesa ayuda a vivir mejor y por más tiempo.
Nicolo Marchionni, presidente de SIGG ( Sociedad Italiana de Gerontología y Geriatría), comentó que muchos estudios realizados sobre animales han demostrado que reducir calorías alarga la vida.
Un estudio realizado sobre un grupo de macacos, iniciado en 1989, demostró que además de vivir más no se enferman de tumor, de diabetes y patologías cardiovasculares; resultó incluso evidente que por su aspecto físico parecían los nietos de los macacos que habían abusado de alimentos.
El estudio Inchianti sobre los ancianos de Toscana evidenció además el aspecto positivo de una actividad física regular unida a una alimentación no sólo poco abundante, sino sobre todo sana.
De acuerdo a esta investigación, el 28% de las mujeres ancianas analizadas y el 20% de los hombres pesan más de lo debido y el 13% pedece de diabetes.
Se ha visto que 1 de cada 6 ancianos se alimenta en forma equivocada porque no tiene mucho dinero, porque vive solo y no sabe prepararse de comer o a lo mejor tiene problemas para masticar.
De aquí la necesidad de que los ancianos sigan una dieta no muy calórica, pero balanceada y sana.
Según el profesor Marchionni, entre los 65 y 75 años habría que consumir unas 700 calorías menos que un adulto: el 10% en proteínas, el 30% en grasas y el 60% en carbohidratos, sobre todo pan, pasta y cereales.
Por lo tanto deben comer carne, quesos y leche porque el calcio protege los huesos.
Hay que comer también mucha fruta y verdura para contar con vitaminas y hay que tomar mucha agua porque con la tercera edad aumenta la deshidratación de los tejidos.

pp

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